Una de las principales causas de peligro para las celdas de iones de litio está relacionada con el fenómeno de la fuga térmica. Esta es una reacción curativa de la batería en uso, provocada por la naturaleza de los materiales utilizados en la química de la batería.

La fuga térmica se debe principalmente a la solicitación de las baterías en condiciones específicas, como la sobrecarga en condiciones climáticas adversas. El resultado de una fuga térmica de una celda depende de su nivel de carga y puede provocar, en el peor de los casos, una inflamación o incluso una explosión de la batería lifepo4 .

Sin embargo, no todos los tipos de tecnología Li-ion, debido a su composición química, tienen la misma sensibilidad a este fenómeno.

La siguiente figura muestra la energía producida durante una fuga térmica inducida artificialmente.

Se puede ver que entre las tecnologías de iones de litio mencionadas anteriormente, LCO y NCA son las sustancias químicas más peligrosas desde el punto de vista de la fuga térmica con un aumento de temperatura de aproximadamente 470 °C por minuto.

La química NMC emite aproximadamente la mitad de la energía, con un aumento de 200°C por minuto, pero este nivel de energía provoca en todos los casos la combustión interna de los materiales y la ignición de la celda.

Además, se puede observar que la tecnología LiFePO4 – LFP está ligeramente sujeta a fenómenos de fuga térmica, con un aumento de temperatura de apenas 1,5 °C por minuto.

Con este nivel muy bajo de energía liberada, la fuga térmica de la tecnología de fosfato de hierro y litio es intrínsecamente imposible en el funcionamiento normal, e incluso casi imposible de activar artificialmente.

Combinado con un BMS, el fosfato de hierro y litio (LifePO4 - LFP) es actualmente la tecnología de iones de litio más segura del mercado.

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